Siguiendo con esta serie de cuatro elementos, hoy le toca turno al fuego. La razón por la cual el Fuego es tan importante en esta clase de meditaciones es porque contiene en si cualidades que podemos adoptar para beneficiarnos de ellas. En momentos en los cuales nos sentimos agotados, débiles, desesperados y necesitamos algo que nos haga levantarnos y salir de este estado, la meditación con el Fuego nos proporciona la concentración en nuestra fuerza interior para lograr nuestro objetivo y hacernos más fuertes espiritualmente. Mientras que el elemento Tierra nos regala la conexión con la naturaleza, el elemento Fuego nos brinda la posibilidad de descubrir nuestra verdadera fuerza interior.
Este ejercicio es muy potente si se hace correctamente y de forma constante, no menos de tres veces por semana de ser posible.
- Esta meditación se realiza de pie.
- Cierra tus ojos y respira profundamente a un ritmo constante
- Comienza a estirar tus brazos hacia los costados con las palmas hacia arriba, quedaras en pose de cruz.
- Ahora, cierra tus manos y comienza a centrar tu energía en las manos, envía toda tu energía a ellas.
- Cuando logres percibir la mayor cantidad de energía posible en tus manos abrelas y siente en cada palma una llama de fuego que representa tu energía vital.
- Toda tu fuerza se encuentra en esas dos llamas.
- Extiende tus brazos hacia el frente y cierra las manos como si sujetaras la llama para que no se caiga.
- Y vuelve a la posición de cruz con tus manos abiertas y las llamas ahí.
- Repite estos movimientos una y otra vez, y en cada nuevo intento visualiza que las llamas crecen y generan mayor concentración energética cada vez que lo haces.
- Debes escuchar el sonido del fuego y su calor.
- No abras los ojos en ningún momento y continua con tu respiración
- Cuando sientas que las llamas están muy cargadas y grandes lleva tus manos al frente y unelas
- Siente como el fuego entra en tu cuerpo con toda esa energía y recorre todo por completo.
- Esa energía que potenciaste esta dentro de ti ahora.
- Cuando estés listo abre los ojos.
Esto debe hacerse lentamente, nada de apuros, date el tiempo necesario para realizarlo bien.
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