Para muchas personas estar solos es una situación insoportable, pero lo cierto es que es en ese momento en que podemos meditar y reflexionar con amplitud sobre todos los aspectos de nuestra vida, sobre todo nuestro aspecto emocional. Es importante que aprendamos a disfrutar de nuestra soledad. Estar solos nos ayuda a entender la naturaleza de nuestro propio Yo, a tener compasión de nuestro propio ser y a amarnos como somos. Por ello, con el siguiente ejercicio aprenderás y comprobaras que estar solo también es beneficioso y disfrutable.
Para este ejercicio necesitas estar lo más cómodo posible, ponte ropa suelta, quitate anillos y demás cosas materiales que lleves puestas.
- Como en cualquier otra meditación inicia cerrando los ojos...
- Relaja cada parte de tu cuerpo...
- Tomate un tiempo para hacer esto lentamente...
- Ahora, comienza a visualizarte a ti mismo/ en una playa en la cual miras a tu alrededor y no hay nadie más que tu, no hay plantas, personas, animales de ningún tipo, solo tu y el mar
- Sientate en la arena y escucha las olas... mira y disfruta de estar ahí solo contigo...
- Aquí no hay horarios ni apariencias, nada más que tu sentado en la arena y el mar...
- Si quieres puedes acostarte en la arena y escuchar el mar con los ojos cerrados...
- Medita sobre tus emociones y sobre lo que deberías cambiar de ti mismo para ser mejor...
- Mantente así el tiempo que desees y luego puedes abrir los ojos lentamente y habrás terminado.
Puedes hacer este ejercicio las veces que quieres durante el tiempo que creas necesario.